Ya estoy en Bali. Llevo menos de una semana aquí y he vivido tantas cosas que no sabría ni por dónde empezar. Así que contaré mi experiencia cronológicamente. ¿El viaje? Muy bien. 17 horas de vuelo pueden parecer un infierno cuando empiezas a emprenderlas pero el recorrido se hace muy agradable con un kit de supervivencia adecuado, algo de picar, unas buenas películas y unos libros en mano. Todo va super rápido.
Además, la mayor parte de mi vuelo, operado por Qatar Airlines (maravillosa compañía, la verdad) ocurría de noche. Dormí casi siete horas y llegué a Denpasar fresca como una rosa.
A mi llegada al aeropuerto, Wira, un driver y guía de la provincia de Canggu, me esperaba para llevarme a mi primera localización y mi primera casa: la villa Adnyana. Canggu es un área de Bali que se encuentra cerca de Denpasar y al ladito del mar y de la playa. La zona es un verdadero paraíso, bastante ocupado por occidentales. Podría describirse como una especie de comunidad hippie maravillosa y llena de paz y colores. Es muy curioso ver como ciertas calles plenamente balinesas se cruzan con otras llenas de gente joven surfera proveniente de Europa, Canadá, Australia y todas las partes del mundo que vinieron una vez a Bali y decidieron no regresar jamás a sus casas. Canggu está lleno de pequeños locales muy monos y coloridos en los que se sirven desayunos y comidas mientras todo el mundo se conecta con su ordenador al Wi-Fi. La verdad es que los describiría como espacios paradisíacos de co-working. Me ha gustado tanto el ambiente que prolongaré mi estancia en Canggu volviendo a la zona al final de mi circuito por la isla.
Lo que hay que saber antes de viajar a Bali, es que si no tienes carnet de moto, no eres nadie. ¿Y sabéis qué? Yo no lo tengo. Aprendí a conducir un scooter a lo loco por las calles de Canggu y la verdad es que me encantó. Ubicarse por Bali es bastante complicado. Las calles no llevan casi nunca sus nombres y la gente realmente se orienta por pequeños locales de referencia o por sitios que conocen. En cuanto a las distancias, el tráfico es brutal y tardas muchísimo en recorrer pocos kilómetros. Lo mejor para viajar por la isla si eres un viajero solitario, es alquilar los servicios de un conductor y acordar con él un precio ajustado a la cantidad de veces y al tiempo que lo contrates.
En cuanto a lo de viajar sola, os contaré mi experiencia con más detalle en otro post, pero estoy encantada. Ahora bien, el inicio de mi viaje no hubiese sido lo mismo sin el apoyo de dos personas de las que no pienso olvidarme en mucho tiempo y que me acogieron como si fuera de su propia familia. Alberto y María son dos hermanos que decidieron, hace pocos meses, mudarse a Bali y que viven en Canggu y trabajan para España y el resto del mundo desde la isla. ¿Para qué engañaros? Estoy pensando seriamente en copiarles. Tras pasar tres noches en Canggu, decidí emprender mi ruta hacia Ubud. Wira me recogió por la mañana en mi villa y nos fuimos hacia Tanah Lot, un templo maravilloso que se sitúa a una media hora en coche hacia el norte de Canggu. Desde ahí, emprendimos la ruta hacia Ubud. Hicimos tres paradas para aprovechar el viaje: una en la cascada de Tegenungan, otra en el templo de Goa Gajah y una última en el famoso bosque de los monos (Monkey forest). La verdad es que los paisajes de aquí son indescriptibles. Solo se me ocurre decir que te quedas sin aliento en cada una de tus visitas. La naturaleza es maravillosamente bonita y todo tiene su punto de tranquilidad, de paz y de magia. Podría seguir escribiendo durante días, pero cerraré este primer post con algunas de las imágenes recopiladas durante estas primeras jornadas. En el siguiente post, os contaré toda mi experiencia por Ubud, sus calles, templos… y sus arrozales.

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I’m finally in Bali. I have only been here for four days here and I have lived so many things that I wouldn’t even know where to start. That’s why I’m gonna speek about my experience chronologically. The flight trip? Very good. 17 flight hours may look like hell when you are about to boards but it’s not that bad, if you carry a suitable survival kit, good movies and some books in your hand. Everything goes super fast.
In addition, most of my flight, operated by Qatar Airlines (wonderful company, really) happened at night. I slept almost seven hours and arrived at Denpasar as fresh as a rose. Upon my arrival at the airport, Wira a driver and guide from the province of Canggu, took me to my first location and my first home: Adnyana Villa.
Canggu is an area that is close to Denpasar and next to Echo beach. The area is a paradise, quite occupied by Westerners. It could be described as a kind of wonderful and peaceful coloured hippie community. It is very curious to see how certain traditional and pure Balinese streets intersect with others full of young people surfing from Europe, Canada, Australia and all over the world who came to Bali once and decided never to return to their homes. Canggu is full of small very cute and colorful local where breakfast and lunch are served while everyone connects to their computer, enjoying the Wi-Fi connection. The truth is that it could perfectly be described as a paradisiacal co-working space. I liked the energy of Canggu so much that I think I will lengthen my stay in Canggu returning to the area at the end of my circuit around the island.
One thing you need to know before traveling to Bali, is that if you have no motorbike license, you’re nobody. And you know what? I do not have it. I learned to drive a scooter like crazy through the streets of Canggu and I really loved it. Finding your ways in Bali can seem quite complicated. The streets do not have names and people really are guided by small local references or sites they know. And as far as distance are concerned, traffic is crazy and it takes a lot to do only few kilometers. The best way for traveling around the island if you are a solo traveler, is to hire the services of a driver and agree with him special prices depending on the days you will need him. A full day trip’s price must always be around 40 dollars, depending on the distance.
Regarding the fact of travelling by myself, I will talk about it in more details in another post, later, but I’m delighted. But sincerely, the beginning of my trip wouldn’t have been the same without the support of two people I won’t forget in a long time and who welcomed me as if it were from their own family. Alberto and Maria are a brother and sister who decided a few months ago,to move to Bali and work for Spain and the rest of the world from the island. To be honest, I’m truly thinking about copying them. After spending three nights in Canggu, I decided to start my route to Ubud. Wira picked me up in the morning in my villa and we went to Tanah Lot, a wonderful temple situated at  half-hour drive north of Canggu. From there, we started our route to Ubud. We made three stops during the trip: one in the cascade of Tegenungan, another in the temple of Goa Gajah and the last one in the famous Monkey Forest . The truth is that the landscapes here are indescribable. The only thing I can say is that you run out of breath in each of your visits. Nature is wonderfully pretty and everything has its point of tranquility, peace and magic. I could write for days, but will close this first post with some of the images collected during these first days. In the next post, I will tell all my experience about Ubud, its streets, temples … and rice fields.