Singapur es una ciudad tan moderna y cosmopolita que creo que muy pocas ciudades mundiales la pueden igualar. Es curioso que el sudeste asiático cuente con un lugar tan rígido, urbanita…y algo estresante. El ritmo frenético de Singapur se nota en cada esquina y las calles y medios de transporte público están repletos de personas trajeadas que van corriendo al trabajo y todo el ambiente de la ciudad me recordó muchísimo a mi París natal. Y justamente, el hotel que elegí para mi estancia eran TAN parisino que mis noches allí me trasladaron a mi adolescencia y a mis viajes a la ciudad de la luz y sus fashion weeks tan chics.
El hotel G Singapore es un hotel boutique con un diseño moderno, inteligente, urbanita y muy agradable y funcional. Las habitaciones, a pesar de ser pequeñitas, son ideales y el espacio genialmente aprovechado. Además, a pesar del poco espacio construido, el establecimiento cuenta de un gimnasio y dos restaurantes muy conocidos entre la gente ‘cool’ de Singapur: Ginett, un restaurante gourmet que sirve vinos y carnes y tapas y 25 Degrees. En cuanto a la localización del hotel, inmejorable. Bugis, el centro de Shopping más asequible y divertido de la ciudad, al igual que el famoso Albert Food Center  se encuentra a cinco minutos caminando del G. Si lo que buscáis es un hotel céntrico con buena relación calidad-precio y mucho gusto, el Hotel G es el acertado.