Bali nunca defrauda. Cuando piensas que lo has visto todo, la isla te vuelve a dejar sin palabras.
Ya he visitado muchos hoteles aquí, comido en muchos sitios y probado muchos servicios de alta categoría…Pero mi última experiencia borró el estándar que yo ya me había establecido.
Mi estancia en el hotel Viceroy Bali seguramente siga grabada en mi memoria para toda la vida.
Este complejo de 5 estrellas cuenta con 25 villas en plena selva balinesa, a pocos kilómetros del pueblo de Ubud. Un gimnasio (muy bien equipado), un spa maravilloso, dos restaurantes de categoría excepcional (se merecen todas las guías Michelin del mundo), y hasta una biblioteca de libros y Dvds forman parte de lo que ofrece el lugar.
DORMIR
Me hospedé en la Deluxe Terrace Villa, una suite inmensa (mención especial para su impresionante baño) con una terraza con piscina privada y vistas a la selva y con la cama más grande que haya visto jamás. ¡Alucinante!
COMER
Es el restaurante de desayunos, comidas y cenas del hotel. ¡Pero qué desayunos! Jamás probaréis una carta tan delicada, completa, exquisita…¡y bonita!
La presentación de los platos del chef Miles Belfield parece sacada de un libro de arte culinario y los sabores de cada bocado son una delicia para el paladar.
Impresionante. Solo me sale esa palabra para describir la experiencia gastronómica que ofrece este restaurante recientemente inaugurado. Y es que su cena de degustación es un viaje para los sentidos del ser humano.
SENTIR
El Lembah Spa del hotel es una preciosidad. ¡Y qué deciros de sus masajistas! Pude disfrutar de un masaje Balinés excepcional, tras elegir el aceite que quería usar. Ofrecen más de 8 aceites diferentes y el cliente puede olerlos antes de seleccionar su favorito. ¡Una delicia que se me hizo muy muy cortita! 😉
DISFRUTAR
De la piscina general, de una buena sesión de deporte en el Fitness Center del lugar, de un buen libro en una de las tumbonas del resort, de una merienda, un té a cualquier hora del día frente a la selva en tu habitación…El Viceroy está hecho para soñar despierto…y no querer despertar jamás. Terima kasih, Bali.