Ha pasado ya un mes desde que volví y sigo pensando en Bali.Indonesia cura, os lo prometo.O al menos me ha curado muchas cosas a mi. Hoy me apetece recordar (y compartir) tres del las experiencias que creo que cualquier visitante debería experimentar en Bali.

1. Dormir en alguna villa privada y dejar a un lado los resorts gigantes o estándar. El servicio, el lujo y la tranquilidad de las miles y miles villas/guesthouses de Bali son una experiencia sin igual. He visitado y disfrutado de muchas durante mi estancia y lo echo tanto de menos cuando despierto en mi habitacioncita de Madrid (a la que adoro, todo sea dicho) que no puedo evitar querer volver a Bali para descansar de nuevo en esos lugares tan especiales. Os dejo por ejemplo una que me encantó en Ubud. Se llama Villa Sabandari y solo puedo deciros que no querréis salir de ahí. Desayunos en una espectacular habitación, baño exterior fascinante, piscina tranquila frente a un campo de arroz…What else?

2. Subir al volcán Batur. Nunca olvidaré mi primera ascensión y la experiencia de trekking más increíble de, probablemente, gran parte de mi vida. Disfrutar del amanecer en la cima de uno de los volcanes de Bali es una pasada. Para ello, hay que madrugar, y recomiendo contratar un guia o una excursión (Bali Hai Tour está muy bien). Te despiertan a las 2 o 3 de la mañana (dependiendo de la zona de tu hotel o villa) y te llevan al pie del volcán. Alrededor de las 4 de la mañana, inicia la aventura. Dos horas de camino con linterna cuesta arriba son suficientes para sentirte el rey del mundo por un momento. Una vez en la cima, todo el mundo se sienta a esperar que amanezca comiendo plátanos, huevos, sándwiches y algo caliente. Nunca olvidaré ese momento.

3. Visitar un Balian. Pues sí, caí en el juego. Quería probar. Quería que me viera un curador, un healer, un ‘brujo’ para algunos. Quería vivir la experiencia. Encontrar un balian en Bali no es difícil: hay miles. Lo complicado, tal vez, es dar con uno bueno…y llegar hacia él. No son médicos ni terapeutas comunes y no existen paginas amarillas con su nombre. Preguntar a taxistas o drivers y guías turísticos es una opción, pero te arriesgas a la estafa del siglo…o no. Tras buscar, investigar y preguntar, decidí ponerme en contacto (contacto aquí) una mujer occidental afincada en la isla, que se dedica a organizar la agenda y las visitas de Cokorda Rei, un bailan de 90 años que es una especie de eminencia de la medicina alternativa de la zona. Tras reservar el encuentro y acordar la quedada,  un chofer te recoge en coche en un punto de Ubud y te llevan hasta la casa de Cokorda. Por pudor y para mantener el misterio, no os contaré más detalles. Solo deciros que creo que merece la pena probar. La experiencia es muy particular y, quien sabe, tal vez salgáis de ella curados de algo…

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It has been a month since I came back home and I still think about Bali every single day. Indonesia heals you, I can tell you that. At least, it healed me in many aspects and things of my life.
Today, I want to remember (and share) three experiences that I think any visitor should have in Bali.

1. Sleeping in a private villa and forgetting about the usual resorts and hotels we all know. The service, luxury and quiet ambiance of the thousands villas and guesthouses of Bali are an amazing luxury experience. I have visited and enjoyed many of them during my stay and I miss it so much when I wake up in my little room in Madrid (which I love, I must say) that I can’t help wanting to return to Bali to rest again in those really special places. I mostly remember one of them, in Ubud. Its name was Villa Sabandari and I can only say that if you try it, you will never want to leave the place. Spectacular breakfast in your private terrace, a fascinating outdoor bathroom, a wonderful and quiet pool just in front of a rice field … What else?

2.Climbing the Batur volcano. I will never forget my first (and probably one of the most amazing one of my entire life) trekking experience. Enjoying the sunrise on the top of the famous Bali’s volcano is amazing. To do it, you have to get up early, and I recommend you to hire a guide or a tour (for a small fee) to do it safely and properly. You wake up at 2 or 3 am (depending on the area of your hotel or villa) and the guide picks up you by car and take you to a low part of the volcano. Around 4 am, the adventure begins. Two hours of walking up with a flashlight are enough to feel you’re the king of the world for a moment. Once on top, everyone sits down and wait for dawn eating bananas, eggs, sandwiches and some hot coffee or chocolate. I will never forget that moment.

3.Visiting a Bailan (Bali’s healers). Yes, I had to do it. I wanted to try. I wanted to see a healer, an alternative doctor. I wanted to experience it. Finding one in Bali is not difficult: there are many of them. The hardest thing is to get to them. Asking to any taxi drivers or tour guides is an option, but you risk to be conducted to a fake one or a tourist trap… After searching, doing some internet research and asking around, I decided to contact a Western woman who leaves on the island, and organizes the agenda and visits to Cokorda Rai, a 90 years old Balian which is very famous in Bali. After booking the meeting and agreeing a pick up point, a driver pick you up by car and take you to the house of Cokorda. My modesty and the need of maintaining some kind of mystery, I won’t tell you more details about my session… Let’s just say that I don’t regret my choice and that I think that it worths the experience. It’s a very special one and, who knows, maybe you will come out of it cured for the rest of your life…